¿Qué es el design Thinking?
El design Thinking es un enfoque que fomenta la creatividad en los equipos de trabajo. Originalmente se desarrolló en el área de diseño, con el tiempo demostró ser útil para generar ideas innovadoras en áreas cómo modelos de negocio, marketing, productos y educación.
Este proceso se basa principalmente en la colaboración y la creatividad, abarcando pasos importantes cómo entender a las personas, identificar el problema, crear soluciones, crear prototipos y probar estas ideas. Esto se aplica en distintos contextos, desde el diseño de productos hasta estrategias empresariales.
Fases del design Thinking
Empatizar: El empatizar significa ponerse en el lugar del usuario que es afectado por el problema, comprender sus pensamientos, sentimientos y acciones. En esta base se observa, se escucha y se experimenta desde la perspectiva del usuario para entender sus necesidades y dificultades.
Gracias a la empatía se crean soluciones que abordan las necesidades reales del público objetivo, utilizando herramientas cómo mapas de empatía, entrevistas y experimentos directos, donde es importante estar abiertos a comprender contextos y desafíos desde otras perspectivas.
- Definir: Ya entendidos los desafíos a los que se enfrentan los usuarios es importante definir el problema y establecer un enfoque para resolverlo. En esta etapa se identifica las oportunidades basadas en lo aprendido en la primera etapa, recopilando y organizando notas, agrupando y analizando la información, permitiendo dar sentido a los hallazgos y preparando el camino para la tercera fase.
- Idear: En esta fase se generan distintas soluciones a través de un enfoque colaborativo, se elige una dirección para llevar a cabo las propuestas, teniendo en cuenta la divergencia y creatividad para encontrar ideas que no se hayan utilizado previamente, siendo esencial documentar cada fase del proceso ya que será de ayuda en acciones futuras.
- Prototipar: En esta fase se ponen a prueba las ideas con prototipos rápidos y funcionales que son evaluados por los usuarios finales para tener retroalimentación, el objetivo es convertir las ideas en algo tangible para mejorarlas continuamente con pruebas, siendo un proceso iterativo hasta que se encuentre la mejor solución.
- Testear: En esta fase nos preguntamos cómo mejorar lo ya creado, por lo que la retroalimentación ya recibida nos ayuda a evaluar si la solución es la adecuada o necesita de más trabajo, esto se logra analizando las experiencias y recopilando datos para optimizar el diseño, para el final de este proceso las soluciones ya deben de ser viables y factibles tanto técnica y económicamente.
Principios de las Metodologías Centrado en el Usuario.
El Diseño Centrado en el Usuario busca crear soluciones que respondan a las necesidades y expectativas de los usuarios finales. Aquí se destacan algunos principios clave:
Empatía: Comprender profundamente a los usuarios, sus necesidades y deseos, a través de investigación directa como entrevistas y pruebas de usabilidad. Esto es esencial para crear soluciones efectivas.
Iteración: El proceso de diseño no es lineal; se crean prototipos, se prueban con usuarios y se ajustan según su retroalimentación, lo que permite mejorar continuamente el producto.
Enfoque en los usuarios y sus necesidades: Cada decisión de diseño debe basarse en lo que es más importante para los usuarios, no en suposiciones del equipo de desarrollo, asegurando así que las soluciones sean útiles y relevantes.
Colaboración multidisciplinaria: Implica trabajar con diversos roles (diseñadores, desarrolladores, etc.), lo que enriquece el proceso de creación y garantiza una solución integral.
Validación constante con usuarios reales: Probar y validar las soluciones con los usuarios permite identificar errores y ajustarlas, asegurando que realmente resuelvan los problemas del usuario.
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